PortalGuarani.com
Inicio El Portal El Paraguay Contáctos Seguinos: Facebook - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani Twitter - PortalGuarani
BLAS BRÍTEZ

  SICARIOS Y LITURGIA - Por BLAS BRÍTEZ - Viernes, 01 de Octubre de 2021


SICARIOS Y LITURGIA - Por BLAS BRÍTEZ - Viernes, 01 de Octubre de 2021

SICARIOS Y LITURGIA

 

Por BLAS BRÍTEZ

 

bbritez@uhora.com.py

Dos palabras de orígenes antiquísimos, no por eso alejadas de la usura en la cultura actual, sicario y liturgia, están en boca de políticos, medios masivos y ciudadanos, referidas a la violencia y la política. Ambas tienen relaciones religiosas. Fieles a su antigua raigambre grecolatina, sicarios mafiosos y litúrgicos políticos tienen más vínculos entre sí de lo que a simple vista parece.

Empresarios, militares, policías, ex convictos andan apareciendo muertos en el paisaje de la Gran Asunción, en la misma capital; en las complejas y crecientes ciudades satélite de trabajadores esenciales que están dominadas, en su totalidad, por las maquinarias políticas coloradas, en mayor medida, y liberales también. Visiblemente corruptas ambas, no hace falta describirlas.

Los sicarios, se dice con espanto ciudadano, han llegado a las ciudades, a los barrios. Asesinan apellidos connotados, simples genealogías callejeras. Estamos en medio de una guerra mafiosa, con conexiones de todo tipo, que traspasó sus supuestas fronteras naturales: el Norte umbrío, el Este infame. Tabletean automáticas en la noche, como en un videoclip de Michael Jackson, mientras la clase media duerme un sueño últimamente intranquilo. Las de más abajo no conocen otro tipo. Las de más arriba tampoco lo tienen muy sereno ahora que sicarios pasean en automóviles en los barrios chetos, eliminando ciudadanos del “país que trabaja”.

Hoy el personaje del sicario está en el cine, la televisión, la literatura. Cuando el escritor mexicano Elmer Mendoza publicó Un asesino solitario (1999), el boom ficcional del hombre dedicado a matar apenas despuntaba en la industria cultural norteamericana. Pero cuando escribió aquella novela fascinante, por su personaje y su lengua, hacía rato era el padre de la nueva criatura literaria: un autor que no conoce de oídas nomás el mundo de sus libros, sinaloense entero, sino comprende las relaciones sociales y políticas que hay entre el sicariato, sus víctimas, el tráfico y sus patrones.

Lo entrevisté una mañana fresquita de Asunción, en 2008. Con sonrisa afable, de niño omnipresente, no parecía nadie venido del imaginario que tenemos del territorio del cinematográfico Chapo. Pero Mendoza había visto decapitados en las calles de su ciudad natal, Culiacán. Eso nunca había pasado hasta que los políticos mexicanos azuzaron el encono entre los carteles, hasta que formaron parte cabal de sus filas, contó aquella mañana en una sala de ÚH. Siempre hay un elemento social en el sicariato, donde la pobreza y el dinero fácil tienen sentido; pero, como el mismo Mendoza lo demostró, ningún asesino por encargo puede aspirar al heroísmo social a que aspiran los narcos y sus protectores políticos, a menudo respetadas autoridades ambos. Los sicarios son, en última instancia, asesinos solitarios, sin redención.

No la tuvieron los originales sicarii, en los días de Jesús. Eran fanáticos religiosos hebreos, con ideas diferentes a las de otros hebreos como Cristo. La historiografía los presenta como los primeros terroristas, portadores de una daga a la que debieron su nombre. El asesinato es aquí antiimperial y religioso. Lo que nos lleva, breve y finalmente, a la segunda palabra: liturgia.

“Forma parte de la liturgia colorada pelear por las oportunidades”, ensayó arriesgado una metáfora y un eufemismo juntos el diputado cartista Derlis Maidana. Se refería al “rito” delictivo llamado “tráfico de influencias” como política colorada, propalada por el Boss con orgullo inmune y tosca sintaxis. Si bien la liturgia es típica de la semántica cristiana, su origen es civil: era el servicio social que los ricos griegos estaban moralmente obligados a realizar, dirigido hacia la construcción de barcos y el espectáculo del teatro.

Forman parte de la liturgia colorada los delitos con la cosa pública. Ritualmente se presenta después esta liturgia como elixir político que, desde el Estado, devuelve la vida a la gente; cuando en la práctica ejerce el secuestro de toda vía democrática, haciendo más bien de sicario político de la esperanza de la misma gente.

 

Fuente:  ULTIMA HORA (ONLINE)

Sección OPINIÓN

Viernes, 01 de Octubre de 2021

www.ultimahora.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

GALERÍA DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

EL IDIOMA GUARANÍ, BIBLIOTECA VIRTUAL en PORTALGUARANI.COM

(Hacer click sobre la imagen)

 

 

 

 

ENLACE INTERNO A ESPACIO DE VISITA RECOMENDADA

(Hacer click sobre la imagen)

 









Buscador PortalGuarani.com de Artistas y Autores Paraguayos

 

 

Portal Guarani © 2024
Todos los derechos reservados, Asunción - Paraguay
CEO Eduardo Pratt, Desarollador Ing. Gustavo Lezcano, Contenidos Lic.Rosanna López Vera

Logros y Reconocimientos del Portal
- Declarado de Interés Cultural Nacional
- Declarado de Interés Cultural Municipal
- Doble Ganador del WSA